04 Ene 2017
Análisis del panorama económico que dejó el 2016.
El Departamento de Economía de Federación Gremial realizó un balance económico del 2016, año donde los ajustes de los principales indicadores económicos han sido los responsables de un bajo nivel de actividad.
El cierre del año dejó una economía sin mejoras, donde el nivel de actividad económica se contrajo, la inflación siguió siendo alta y el ordenamiento de las finanzas públicas es aún una tarea pendiente.
Fue un año donde el poder adquisitivo de los salarios sufrió el efecto negativo de la devaluación y el ajuste de las tarifas de los servicios públicos. Ambas medidas provocaron un salto inflacionario que deprimió el consumo y la actividad económica.
Política Fiscal
Con la premisa de que todo déficit fiscal se transforma en deuda o inflación, se planteo reducir gradualmente su monetización a través del crédito externo para lograr en el corto plazo una transición ordenada.
El Gobierno argentino finaliza el 2016 con un déficit fiscal correspondiente al 5% del PIB y colocaciones de deuda por 45.000 millones de dólares que alcanzaron para el pago de holdouts, cancelar deuda y cubrir el rojo fiscal proyectado para el año.
De esta manera, el Sector Público dejó de jugar un rol contracíclico en la recesión actual. Durante 2016 el impulso fiscal fue nulo, si bien hubo algunas concesiones tributarias a sectores puntuales esto no alcanzó a compensar el menor dinamismo del gasto público.
Política Monetaria
Un medio necesario para sostener la liberalización del mercado cambiario fue el ajuste del tipo de cambio, así la moneda argentina sufrió en un año la devaluación del 65% de su valor.
A su vez, el BCRA fijó una tasa de interés de referencia positiva en términos reales que absorba circulante e incentive el ingreso de divisas financieras, aunque tuvo efectos contractivos en el crédito al consumo y la inversión.
El ingreso de divisas incrementaron las reservas internacionales en US$ 10.000 millones, llevándolas por encima de US$ 40.000 millones, con esto se logró enviar una fuerte señal al mercado cambiario de estabilidad.
En materia de inflación
La economía argentina registra hace 9 años una de las tasas de inflación más altas del mundo, el 2016 no fue la excepción al acumular en 11 meses un incremento de 39,3%. Así, el salario real del sector privado cayó un 6% y el consumo cerró el año con una caída del 4%.
Industria y Construcción
A pesar de la creciente tercerización de la economía en los últimos 25 años, la manufactura es el sector que más empleos registrados genera. La industria mostró 3 años consecutivos de caída, 2,8%, 0,8% y 4,9% respectivamente. El sector de la construcción retrocedió 13% acompañando la caída de la obra pública.
Blanqueo
Los activos sincerados al cierre del año alcanzaron los US$97.000 millones, representando para el Gobierno una recaudación extraordinaria de $106.000 millones en concepto de penalidad que establece la ley y la posibilidad de aumentar la base de tributación.
Sector Externo
Luego de registrar en 2015 un déficit comercial de 3.030 millones de dólares, en los once meses transcurridos de 2016, la balanza comercial volvió a ser superavitaria en 2.050 millones de dólares.
Un escenario de crecimiento económico en 2017 vendrían asociados a:
La estabilidad del tipo de cambio y la desaceleración de la inflación, traducido en un aumento real de los ingresos, una caída de la tasa de interés y el aumento del consumo.
La reactivación de la obra pública de la mano de grandes proyectos de infraestructura y energía propuestos por la actual gestión (Plan Belgrano, Plan Agua Potable, construcción de autopistas y rutas).
El aporte de divisas que generaría la actual campaña agrícola 2016-2017 con muy buenas proyecciones sobre maíz, soja y trigo.
Recuperación de nuestro mayor socio comercial Brasil, de modo que quite presión sobre el mercado argentino los productos industriales brasilero, y recuperar de manera incipiente la demanda de nuestros productos.