09 Nov 2016

LEY DE TARJETAS DE CRÉDITO: Un proyecto que necesita modificaciones y tratamiento urgente.

El Sistema Financiero infla los precios de los productos que compran los argentinos.

En la Cámara de Diputados se encuentra hoy el proyecto de ley que cuenta con media Sanción en Senadores para bajar las Comisiones que cobran las Tarjetas de Crédito del 3% al 1,5%. El tratamiento del Presupuesto le ha restado protagonismo a un tema que resulta transversal para toda la Economía. Los costos financieros de las cuotas sin interés, las comisiones bancarias, las retenciones impositivas en exceso y las comisiones propias del sistema se han metido en los precios finales de los productos echándole nafta al fuego inflacionario.

A los fines de explicar simplemente cuanto le impacta al comerciante una venta con tarjeta de crédito en materia de gastos, hemos tomado un promedio de operaciones y de cada $ 100.- vendidos, el comerciante recibe entre $ 74.- y $ 78.- dependiendo el convenio acordado.

El costo del sistema de Tarjetas de Crédito oscila entre un 26% y un 22% de sus ventas para los comerciantes.

En esta situación la Federación Gremial del Comercio e Industria y la Cámara Argentina de Comercio y Servicios se abocaron al estudio de la problemática de manera integral y las distorsiones que podemos identificar son las siguientes:

  • Las altas comisiones por transacción, que, además de fijarse en el tope máximo que fija la ley se calcula sobre el monto final de la venta, es decir que no sólo se calcula sobre el precio del bien o servicio en sí, sino que también se cobra sobre los impuestos (el caso más evidente es el IVA) y sobre el costo financiero en el caso de venta en cuotas (es decir que las operadoras de tarjetas de crédito facturan comisiones sobre los intereses e IVA sobre intereses que ellos mismos cobran) .
  • Los excesivos e injustificados plazos de acreditación. Las empresas procesadoras de pagos determinan unilateralmente estos plazos. El plazo para pago en una cuota es de 28 días es implica un costo financiero y se tiene en cuenta en la formación del precio.
  • Los altos costos de financiamiento para el caso de venta en cuotas. Este costo lo paga el comerciante y oscila entre el 22 y el 26 por ciento de una venta. A lo cual se suma la imposibilidad que tienen los comercios para diferenciar precios (prohibido por ley) según el plazo con que se realice la venta, lo que provoca que el mismo precio de una venta en 12 cuotas sea el mismo que para una venta en una cuota o en efectivo.

Es por este motivo que desde la Federación Gremial del Comercio e Industria y la Cámara Argentina de Comercio y Servicios creemos que el actual proyecto de ley, al contemplar únicamente la baja del tope de comisiones, no soluciona el problema de fondo, que es el abuso de posición dominante y que no está en línea con la experiencia internacional (existe una enorme cantidad de modificaciones en los sistemas de medios de pago electrónico en el mundo para combatir este problema). Para esto es imperioso la apertura del mercado de adquirencia y procesamiento de pagos de compras con tarjetas, de manera que puedan ingresar nuevas empresas. A su vez, es necesario hacer competitivo. El concepto se traduce, que los bancos compitan entre sí como en el resto del mercado financiero. Esto resultaría en la reducción de aranceles por transacción, de las tasas de financiamiento y del alquiler de terminales POS, lo que implicaría menores costos para el comerciante, precios más bajos para el consumidor y mayores cantidades de bienes y servicios fluyendo por la economía.

Por otro lado, el fomento de la competencia evitaría la integración vertical y el abuso de posición dominante existentes en la actualidad e incentivaría la mejora tecnológica. Esto sería beneficioso para todos, pero, en especial, para aquellos sectores de mediano y bajo ingreso que consumen la mayor parte de sus ingresos y que financian la mayoría de sus compras. Por lo tanto, se produciría una mejora del poder adquisitivo de los consumidores, debido a la disminución de costos (financieros y transaccionales).


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