Según datos relevados por Federación Gremial y la Corporación de Empresas Inmobiliarias el mercado inmobiliario rosarino registró en el último año un aumento del 18,5% en la cantidad de locales comerciales sin actividad
La observación que se realiza de forma semestral, y no incluye los locales dentro de galerías y centros comerciales, se llevó a cabo en las dos primeras semanas de enero del presente año con la intención de obtener información actualizada sobre el nivel de actividad económica en el casco central. El relevamiento tiene como universo, locales ocupados donde se lleva adelante una actividad comercial y locales desocupados, con vidriera a la calle.
Al finalizar el año 2020 se observaron 456 locales sin actividad comercial sobre un total de 4.003 en el área censada, lo cual implica una tasa de desocupación del 11,4%
El estudio, realizado exactamente un año atrás, había dado como resultado un total de 384 locales ociosos. En comparación con mediciones actuales, el aumento interanual de locales que se encuentran inactivos en el centro rosarino fue del 18,5%.
Pandemia y otros factores
Bajos niveles de consumo relacionado con medidas de aislamiento y posterior distanciamiento social profundizaron el escenario base de recesión y restaron volumen de venta a los comerciantes. Las variaciones negativas en la actividad generaron cambiantes condiciones económicas que impactaron sobre la venta de productos y la rentabilidad comercial, escenario que se evidenció en el cierre de locales comerciales.
Un factor a analizar, es la infraestructura que hay en la zona y la facilidad de acceso, en áreas como el centro histórico, donde se observa un deterioro de las instalaciones, el interés de los inversores se verá limitado por el mayor costo de acondicionamiento del local y obras de mantenimiento. Se observó en el área, la reconversión de un número importante de espacios comerciales desocupados en desarrollos inmobiliarios residenciales.
Asimismo, la creciente promoción del comercio de cercanía y el desarrollo de centros comerciales en los diferentes barrios de Rosario ha diversificado los paseos comerciales de la ciudad, lo cual determina una menor concentración de clientes en el centro sin necesidad de trasportarse. Del mismo modo, la redefinición de los hábitos de consumo durante el 2020, aceleró las ventas a través de medios digitales y potenció la incorporación de herramientas online para atender la expansión del comercio electrónico como alternativa efectiva a la venta presencial.
Mejores registros de ocupación y expectativas de mayor demanda y consumo se observan en el Paseo del Siglo y sus calles transversales, donde muchos emprendimientos se reubican buscando alternativas por fuera de las peatonales.
Alto promedio de desocupados
Entre las calles céntricas con mayor tasa de desocupación se encuentra calle San Juan, San Lorenzo, Mendoza, Santa Fe y Rioja que poseen gran número de locales comerciales y muestran índices de desocupación superiores a la media del centro.
Otras calles con altos porcentajes de desocupación, si bien la cantidad de locales con que cuentan es menor, son Sarmiento, Mitre y Maipú. Puntualmente, mantienen alta tasa de desocupación, zonas como el comienzo de peatonal Córdoba, San Luis y Rioja a la misma altura, calles Sarmiento y Maipú a lo largo de su recorrido por el microcentro y calle San Juan desde Buenos Aires a Mitre.
Bajo promedio de desocupados
Sin embargo, calles o zonas de mucho tránsito de personas son atractivas para emprendimientos comerciales, por lo que encontrar locales comerciales disponibles en ubicaciones céntricas sobre calle San Luis y las peatonales Córdoba y San Martín resulta difícil ya que son las principales arterias comerciales de la ciudad con baja estacionalidad en la ocupación.
Por ello, calles como Oroño, Italia, Pte. Roca, Corrientes y Urquiza alejadas del centro histórico han mantenido su ocupación y se encuentran entre las que registran bajo promedio de locales vacíos.
Al respecto CEIR está impulsando entre sus inmobiliarias asociadas medidas para acompañar a los propietarios e inquilinos en el contexto económico actual proponiendo un esfuerzo compartido que mejore las condiciones de nuevas contrataciones y evitar ante todo la no renovación de contratos ya existentes de locales comerciales.
Se establecieron congelamiento de valores hasta fin de año, negociaciones individuales según los rubros y mejoras en las condiciones de contratación mediante alivio de gastos iniciales de alquiler, extendiendo el plazo de pago de cada mes según la situación del local, además en algunos casos se bonifica el mes inicial sumado a la posibilidad de abonar los honorarios de la inmobiliaria en cuotas.
Otra iniciativa es flexibilizar los requisitos de garantía con la gestión de un seguro de caución para aquellos inquilinos que no posean garantía propietaria, asegurando al propietario el cobro de las mensualidades adeudadas en caso de mora y a su vez facilitar a los posibles inquilinos el acceso a un local en la medida de su capacidad de pago.